Cuando México festejó que Randy Arozarena corrió contra la barda para atrapar el batazo de Emmanuel Rivera, lograr el segundo out del octavo episodio contra Puerto Rico y finiquitar, de facto, el pase a las semifinales del Clásico Mundial, se sabía que la actuación ya era histórica dentro del diamante, pero afuera también hay una serie de implicaciones que esta selección ha logrado poner en evidencia, y muchas otras que puede detonar.
“Este torneo le ha mostrado al mundo que hay beisbolistas mexicanos en Estados Unidos que están poniendo el nombre del país muy en alto, pero también hay una pelota que se juega en México en el verano que es de jugadores de mucha capacidad”, dijo Benjamín Gil, manager mexicano, en una de sus conferencias de prensa.
Gil, ganador de la Serie Mundial con Anaheim, puso los nombres de Alexis Wilson, Joey Meneses, Ramón Urías o Manny Barreda como ejemplos de peloteros talentosos formados en el sistema mexicano. Ese sistema que hoy genera credibilidad con el resultado del Clásico Mundial 2023.
“Por mis jugadores definitivamente quiero levantar el trofeo, pero sobre todo es para abrir las puertas y darle oportunidad a más niños, espero que esto crezca el beisbol en México y que se abran las puertas para venir a Estados Unidos”, compartió Gil. “Que también a los niños mexicanos que estén en Estados Unidos les den más oportunidades de jugar y se les abran las puertas para ir al colegio porque están demostrando de lo que son capaces”, insistió.
El planteamiento de Gil coincide con la realidad del beisbol mexicano de ligas infantiles, que en años recientes ha vivido una disminución en su población y que ahora espera levantar. En redes sociales ya se difunden imágenes de niños que, tras batear imparables, se paran en la base con la pose a Arozarena.
“Me recuerda a la época de Fernando Valenzuela, la Fernandomanía, allá por 1981. Muchos niños se volvieron beisbolistas gracias a la fama de Fernando Valenzuela, ahora que se ha generado un boom creo que habrá más entusiasmo en los niños”, comparte Sergio Guzmán, promotor del beisbol infantil en México desde hace más de cuatro décadas. “Que también sepan que el camino es largo, difícil, pero pueden utilizar al beisbol como diversión, para formarse, combinarlo con los estudios y luego aspirar a irse a Estados Unidos o en México becados en las universidades”, añade.
El proceso de la formación de beisbolistas en México, dentro del sistema, comienza en las ligas locales que están organizadas en dos grupos: las asociadas a Williamsport y la Asociación de Ligas Infantiles. Así comienza la formación recreativa y a partir de los 12 o 13 años se valoran las cualidades de los jugadores para mostrar sus brazos y batear y fildear.
A partir de los 14 años, en los torneos nacionales, los cazatalentos reclutan futuros jugadores que llevan a las Academias y escuelas de formación de los equipos de la Liga Mexicana de Beisbol. Dos o tres años después los peloteros pueden debutar en el circuito nacional y cada vez más jóvenes se van a sucursales de equipos en Estados Unidos. Desde hace al menos dos décadas, México ha logrado que peloteros más jóvenes se enrolen en el beisbol de la Unión Americana.
Este camino está hecho por una vía completamente privada. En 2018, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador, un presidente que en pleno día laboral sube videos jugado beisbol, se anunció un programa de desarrollo de peloteros que buscaba tener 100 en Grandes Ligas. Puso al ex ligamayorista Edgar González al frente del mismo, llamado Probeis, una oficina sin sustento legal ni recursos que terminó por desaparecer.
Probeis fue parte de la selección que armó México para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero nunca aportó dinero, los costos los asumieron en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y México terminó en sexto lugar, de seis participantes, bajo el mando de Bejamín Gil. La imagen más recordada fue el manager y un grupo de peloteros posando con la playera de Tomateros de Culiacán frente a los aros olímpicos de la villa de atletas, una conducta prohibida en la Carta Olímpica.
Desde hace varios años, la LMB y la Federación Mexicana de Beisbol (Femebe) conforman una Comisión de Selecciones Nacionales, la liga posee los derechos comerciales, aporta a los peloteros e incide en las decisiones más importantes. En octubre del año pasado nombraron a Rodrigo López, ratificaron a Benjamín Gil y ellos armaron el equipo.
“Yo hablé con Benjamín y le dije ‘tú eres el ejemplo de esto’. Le leímos el reglamento puntual, lo que no queríamos, lo que sí, le prometimos dejarle hacer su trabajo, pero no queríamos que hiciera lo de Juegos Olímpicos”, afirma Horacio de la Vega, presidente de la LMB.
La nueva designación de Gil fue polémica, sus defensores argumentaron que era un entrenador de Grandes Ligas que iba a dirigir a jugadores ligamayoristas. Sabían que en México, un país acostumbrado a que sus figuras deportivas sean las cabecillas de las selecciones de conjunto, se debía tener en el manager al jefe principal.
“A nivel talento establecido en Ligas Mayores, la edición 2006 y esta es cuando México ha traído su mejor talento”, dijo Gil, reconociendo la labor de formación de equipo que hizo junto a Rodrigo López, y que trajo a peloteros como Julio Urías, Randy Arozarena, Alex Verdugo, Joey Meneses, Luis Urías e Isaac Paredes, entre otros.
Ambos tuvieron la ventaja de que, a pesar de que México tenía jugadores titulares en equipos de Grandes Ligas, varios manifestaron desde hace meses su intención de jugar el Clásico Mundial con la camisola verde. “Les he dicho que si podemos lograr lo que nos hemos propuesto, va a ser un recuerdo que tengan como hermanos por el resto de sus vidas”, compartió Gil.
Y es que más allá de recuerdos e ilusiones, el resultado de México ha mostrado que han logrado encontrar un sistema de organización para funcionar adecuadamente, posicionar al jugador mexicano a nivel internacional y se crea una industria.
“Por supuesto que traerá un beneficio para todos, se ha puesto el ojo del beisbol en México. Nos va a beneficiar para la liga, para las selecciones futuras, para todo el beisbol porque ya se están dando cuenta que hay un deporte que está trascendiendo”, afirma De la Vega, quien reveló que se agotaron las gorras New Era de México y se encargó la elaboración de 30 mil más.
En término de posicionamiento, la cuenta de la selección mexicana (@mexicobeis) compartió un reporte de El Mister en donde se creció 112% el número de seguidores en ocho días (334 mil 500 más).
México había tenido como mejor resultado un sexto lugar en el Clásico Mundial de 2006, ahora se ha colocado en el top cuatro siendo una de las selecciones que más aficionados llevaron a las triobunas. Como ejemplo está el duelo entre México y Estados Unidos, que agotó los boletos desde los días previos, reafirmando que, más allá del resultado, la semilla está inscrita para un producto mexicano en el mercado hispano que puede, como en el futbol, ser el eje de la industria deportiva del beisbol.