El homenaje al español Rafael Nadal en Roland Garros tuvo de todo este domingo, aportando diferentes tipos de emociones a lo largo de una jornada inolvidable en la Philippe Chatrier, transitando momentos de tristeza, gratitud, orgullo, sorpresa y hasta ternura en el cierre, a raíz de la presencial estelar del hijo del protagonista estelar.
Luego de repasar sus mejores momentos en el evento francés y anoticiarse que el estadio principal llevará una placa con su nombre, el legendario manacorí optó por recogar a su sucesor, Rafael Junior, el cual había seguido de cerca los acontecimientos en un palco en la primera fila, en la falda de su madre, María Perelló, junto a su tía, sus abuelos, su tío abuelo Toni y Carlos Moyá, entre otros.
Instantáneamente, el 14 veces campeón sobre el polvo de ladrillo francés lo tomaría en brazos y se despediría por última ocasión del público que lo acobijó como si fuese un local más durante dos décadas, marchándose hacia los pasillos del estadio principal para encontrarse con el suizo Roger Federer, el serbio Novak Djokovic y el británico Andy Murray, el resto de los integrantes del mítico Big 4, quienes no podían faltar en una tarde repleta de estrellas.
Big 4 ❌
— Roland-Garros (@rolandgarros) May 25, 2025
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Ya fuera del foco de los fanáticos, el doble medallista dorado olímpico le introduciría sus mayores rivales a lo largo de su increíble trayectoria en el circuito masculino, ordenándole que le chocara los cinco a cada uno mientras les comunicaba risueñamente que ahora quería regresar a la cancha para ir a jugar.
Un tiempo después, el niño, nacido en octubre de 2022, que próximamente perderá el mote de hijo único en la familia, se daría el gusto de conocer en persona a uno de los principales admiradores de su padre como Carlos Alcaraz (2°), quien disfrutó la ceremonia con la polaca Iga Swiatek (5ª) y también le estrecharía la mano en señal de aprecio.
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