A los 16 años Gilberto Mora se convirtió en el jugador que abrió la puerta al gol de la victoria de México sobre Honduras.
LOS ÁNGELES -- Tiene 16 años. A tres meses y dos semanas de cumplir los 17. Un mocoso, Gilberto Mora, y fue el jugador relevante en la victoria de México sobre Honduras (1-0), y el pase a La Final de la Copa Oro ante Estados Unidos.
Sí, 16 años. Un púber con prohibiciones de adolescente, pero privilegios de adulto.
1.- Sí, 16 años. Hoy, Gilberto Mora no tiene licencia de conducir, y sin embargo, condujo a México a la victoria con amague, desplazamiento y servicio al gol de Raúl Jiménez, para la sentencia catracha. Fue la migraña perniciosa de los hondureños.
2.- Sí, 16 años. Hoy, Gilberto Mora no puede ingerir bebidas alcohólicas, y sin embargo está muy cerca de llenarse el buche de champaña, si el Tri logra vencer a Estados Unidos este domingo.
3.- Sí, 16 años. Hoy, Gilberto Mora no tiene permiso para apostar o entrar a casinos, y sin embargo, hoy, Javier Aguirre apuesta por él para uno de sus hombres útiles para el Mundial 2026.
4.- Sí, 16 años. Hoy, Gilberto Mora no puede ni debe acceder a armas de cualquier tipo, sin embargo, ha demostrado que tiene un fusil en las piernas, y un arsenal de recursos con el balón.
5.- Sí, 16 años. Hoy, Gilberto Mora no puede abrir una cuenta de ahorros por su propia cuenta, y sin embargo, ya Xolos negocia con clubes europeos y mexicanos, acuerdos con salarios millonarios para al escuincle de los Itzcuintles fronterizos.
6.- Sí, 16 años. Hoy, Gilberto Mora no puede reclutarse con ningún tipo de armada mexicana, y aún debe esperar para hacer su Servicio Militar si así lo desea, pero ha demostrado en el día a día, con el Tri, la disciplina de un recluta y la lectura táctica de un estratega.
7.- Sí, 16 años. Hoy, Gilberto Mora, no puede tener acceso, si lo quisiera a abrir su cuenta de Only Fans, pero a partir de esta noche de miércoles ante Honduras se convertirá en ejemplo, ídolo y motivación para decenas de fans, de mocosos mexicanos.
8.- Sí, 16 años. Hoy, Gilberto Mora no puede, a esa edad, abrir su perfil en Tínder, pero ya las novias tocan a su puerta, en especial, según versiones, el Ajax de Países Bajos.
Sí. Sí, 16 años. Hoy, Gilberto Mora es un púber con prohibiciones de adolescente, pero con algunos privilegios de adulto.
Pero, lo sabe él. Lo saben sus padres. Lo sabe Xolos. Lo sabe su familia. Y lo saben Javier Aguirre y Rafa Márquez. Especialmente después de esta noche de miércoles ante Honduras. Fue el jugador más castigado por México, y por adversarios que lo rebasaban notoriamente en estatura, volumen y peso… y mañas. Y no sólo nunca se rajó, ni arredró, sino que además fue el de mayor claridad ofensiva.
Y todo ese clan que lo resguarda, sabe que el camino apenas comienza. Tantos futbolistas, promesas mexicanas, se quedaron en el camino. Tantos. Porque no quisieron (Carlos Vela), porque cedieron a las tentaciones (Cuauhtémoc Blanco, Giovani dos Santos y Sebastián Córdova a la cabeza de un centenar), o por pésimos manejos de los padres (Luis Ángel Landín, César Villaluz, Diego Láinez).
Porque antes de Mora, hubo dos generaciones Sub-17, campeonas del mundo, pero ninguno de sus componentes fue capaz de alcanzar sus respectivos Everest. Sucumbieron al primer alud de la adversidad.
Por lo demás, México tuvo un partido sufrido. La intensidad, los roces, la dureza, la rudeza, por parte del jugador hondureño no amedrentó al jugador mexicano. Ni lo desconcertó ni lo inhibió. Supo mantener la calma y amparar, sin trincheras extremas, ni recursos ratoneros, defender honorablemente la escueta ventaja del 1-0, ante una insometible Honduras.
El siguiente examen de México será Estados Unidos, que sufrió y por momentos fue sometido por el buen futbol, la gallarda actitud y la encomiable personalidad del futbolista guatemalteco.
La Concacaf tiene su Final deseada. Las dudas muerden con mayor intensidad los tobillos de Mauricio Pochettino que los de Javier Aguirre. Sin embargo, el resultado, al final, definirá el orden correcto de las cosas.