SEATTLE (Enviado especial) -- River Plate trabajó este miércoles en el campo de entrenamiento de Seattle Sounders de cara al partido del próximo sábado ante Monterrey, en Los Ángeles, y Marcelo Gallardo empieza a delinear el once que buscará la clasificación a octavos de final del Mundial de Clubes.
La victoria sobre Urawa Red Diamonds en el debut arrojó conclusiones positivas y negativas. Entre las primeras, el equipo pegó en los momentos justos y se llevó tres puntos clave en el estreno. En un campeonato como este, saber cuándo lastimar puede marcar una diferencia definitiva. En cambio, entre lo que debe mejorar aparece el funcionamiento de la línea media.
Gallardo tendrá que hacer un cambio obligado. Sebastián Driussi sufrió un esguince de tobillo tras marcar el segundo gol y se perderá lo que resta de la Copa del Mundo. Las posibilidades tácticas para reemplazarlo son dos: darle la titularidad a Miguel Borja y no tocar el esquema o sumar un mediocampista más para tratar de solucionar los problemas de la zona.
Durante buena parte del semestre, River sufrió la falta de gol, que fue solucionada con la buena sociedad Driussi-Facundo Colidio. Ahora, sin el número 15, podría quedar el exjugador de Tigre como único punta. Parece arriesgado, porque Colidio no es el típico centrodelantero de área, pero quizás sea un riesgo a tomar para darle consistencia al mediocampo.
Ninguno de los mediocampistas jugó bien contra Urawa. Ni el trío formado por Enzo Pérez, Kevin Castaño y Nacho Fernández que jugó desde el inicio, ni Giuliano Galoppo y Maxi Meza, quienes ingresaron en el segundo tiempo. Es un problema que necesita resolver contra Monterrey, que tiene en Sergio Ramos a un defensor de experiencia con el que quizás es mejor no jugar mano a mano con un nueve fijo.
Entonces, una variante posible es la aparición de Meza o Galoppo como titulares, junto a Enzo (quien arrastra una molestia), Nacho, Castaño y Franco Mastantuono, quien podría jugar más suelto y cerca de la pelota, algo que también podría potenciar el funcionamiento ofensivo.
La función renovada del juvenil es otro argumento para defender esta idea. Contra Urawa jugó muy cerca de la banda y muchas veces alejado de la creación. River lo necesita activo, para asociarse y también para generar peligro desde la individual. Si se desarma el 4-3-3, Mastantuono jugaría más liberado.