Los porteros que ganaron bronce en Tokio 2020 mantienen una fuerte relación pese a competir rumbo al Mundial 2026
SAN DIEGO -- Luis Ángel Malagón se acerca una y otra vez a Guillermo Ochoa en los entrenamientos. El arquero del América pide consejo al portero que busca su sexta Copa del Mundo en la edición 2026. Dentro de la cancha son competencia, pero fuera son camaradas.
La relación de Guillermo Ochoa y Luis Ángel Malagón va más allá de la Copa Oro 2025. La amistad entre el del América y el que juega en Europa inició por allá del 2020, cuando ambos se preparaban para representar a México en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
A partir de ahí, ambos porteros coinciden en un par de grupos de WhatsApp en el que están varios de los arqueros de la Selección Mexicana, nombres como el de Luis Ángel Malagón, Guillermo Ochoa, Raúl 'Tala' Rangel, Sebastián Jurado, entre otros, están en ese chat, en el que todos intercambian saludos de vez en cuando y comparten sus experiencias.
Ahí, en la aplicación que maneja mensajes encriptados, la relación de Ochoa y Malagón se ha preservado, sin importar que los papeles se hayan cambiado en la Selección Mexicana. Paco Memo ha pasado a ser un suplente en la era de Javier Aguirre, mientras que el arquero del América se ha ganado el puesto titular en el Tricolor.
El arquero del América continuamente se acerca al arquero de 39 años para hacerle un comentario o preguntarle por algún detalle. Se hacen alguna broma y de nuevo a los ejercicios de campo.
Ochoa, acostumbrado a liderar a la Selección Mexicana en los últimos años, acepta el rol de consejero de Luis Ángel Malagón, y mantiene la comunicación con el arquero del América. En los ejercicios, de los tres porteros del Tricolor, el que hace los ejercicios casi de forma perfecta es Paco Memo, le sigue Malagón y más atrás viene el imberbe arquero de las Chivas, Raúl ‘Tala’ Rangel.
La situación cambia cuando los jugadores desfilaron ante los aficionados de la Selección Mexicana. Guillermo Ochoa se convierte en la figura, es el más vitoreado por los seguidores del equipo mexicano y su foto, o autógrafo, una y otra vez es solicitado por los aficionados. Sin jugar, continúa como la estrella.
Ochoa, no importa si está dentro o fuera de la cancha, domina.