Después de que dos autos de Penske fueran descubiertos con una trampa, surge la pregunta de si con esa alteración vencieron a Pato O'Ward hace un año en Indy 500.
Cuando me enteré, como todos, el domingo pasado, que autos del equipo Penske de Indycar tenían una modificación antirreglamentaria, inmediatamente se vino a mi cabeza la vuelta final de las 500 Millas de Indianápolis de 2024, ese momento en que en la curva tres del IMS, Josef Newgarden rebasó, de manera casi inexplicable, al mexicano Pato O’Ward para quitarle el título que tenía en la bolsa.
Pero, ¿por qué pensé en lo que sucedió un año antes si, en su momento, nadie cuestionó el triunfo de Newgarden? Muy sencillo, porque el equipo Penske ha buscado distintas maneras de ganar con trampas y, al menos, dos ellas se han comprobado recientemente.
Los autos de Will Power y Josef Newgarden no pudieron competir el domingo 18 de mayo en el segmento de la calificación de los 12 más rápidos para la Indy 500 2025, porque el equipo técnico del equipo modificó deliberadamente los atenuadores traseros de los monoplazas, algo que está textualmente prohibido por el reglamento.
Esa trampa, porque no se le puede llamar de otra manera, marca el segundo escándalo del mismo tipo para Penske en 13 meses.
Apenas el año pasado, Newgarden y Scott McLaughlin fueron descalificados del Gran Premio de St. Petersburg por el uso indebido, alevoso y ventajista del botón de “push to pass” en rearrancadas, además de desarrollar un sistema para esconder ese uso indebido a las autoridades de la Indycar.
El problema es más grande cuando la credibilidad de toda una serie se pone en entredicho, porque resulta que Roger Penske no sólo es dueño del equipo que lleva su apellido, sino también es el propietario de Indycar, del Indianapolis Motor Speedway y recientemente adquirió la Grand Prix Association de Long Beach”.
El último equipo que debería transgredir las reglas de esa manera es Penske, porque hay un nombre de por medio que se mancha con todo esto, sin ninguna necesidad.
Sí, el equipo de Penske de Indycar se ha empeñado en manchar el legado del Roger Penske, el legendario personaje que es, junto a la familia France de NASCAR, sin exagerar, uno de los dos pilares más grandes del automovilismo de Estados Unidos.
El ’Capitán’ quien a los 88 años es una figura vital y respetada en cualquier pista del mundo, y mucho de los Estados Unidos, debería tomar cartas en el asunto y hacer una limpia en el equipo de Indycar, que, a todas luces, no tiene ningún empacho en arrastrar su legado con comportamientos indignos.
“No lo hicieron accidentalmente, tienes que prender el soldador para hacer eso. Honestamente, me siento mal por (Jacob) Abel y por todos los que fueron a la última oportunidad para calificar, esos autos estaban dentro de las reglas. No soy ingeniero para decirte cuánta velocidad obtienen o si hay alguna velocidad más (los Penske), pero obviamente no están dentro de las reglas, la regla está en blanco y negro. Esos autos deberían haber estado en la última oportunidad de calificar”, dijo Pato O’Ward en la conferencia posterior a la calificación final.
Found this on the series' photo site from the 2024 #Indy500. Had to pull up the exposure to see the darkened rear and it shows the blended attenuator. Third photo is the attenuator on the car in the IMS Museum, with a similar exposure change to reveal the shiny dark black seam... pic.twitter.com/sLahd6QJ2E
— Marshall Pruett (@marshallpruett) May 19, 2025
El periodista especializado en Indycar, Marshall Pruett, estuvo presente en la conferencia de prensa que dio el presidente de Indycar Doug Boles, para anunciar las sanciones que incluyeron $100 mil dólares por auto, y la suspensión de los responsables de Penske Tim Cindric y Ron Ruzewski durante todo el mes de mayo, mismos personajes que ya habían sido castigados de la misma forma por el escándalo del “Push to Pass”.
Ahí, Pruett dijo que sabía de la inconformidad de varios equipos que habían señalado las irregularidades en Penske y que incluso podía haber indicios de que la modificación del atenuador en esos autos existía desde la pretemporada.
El periodista de RACER revisó las fotos que él mismo tomó en la pretemporada y fue más allá, fue al Museo del IMS, donde se encuentran casi todos los autos que han ganado Indy 500 y revisó el de Newgarden de 2024.
Según el material de Pruett tanto de pretemporada como del museo, el auto 2024 de Newgarden tiene el mismo tipo de modificación que presentaron los Penske en 2025. Y las fotos que tomó del auto luego de cruzar la meta, aparentemente, muestran el mismo tratamiento al atenuador.
“Ellos tenían eso ayer (sábado) te lo garantizo, alguien lo señaló hoy, pero si esos autos fueron descalificados hoy, tendrían que haber sido descalificados ayer.
“Es una pena, porque ellos no deberían de estar haciendo esto. Son un gran equipo, tienen grandes pilotos, para qué haces eso, no tiene sentido”, dijo O’Ward.
I can't say if the illegally blended attenuator was on the 2024 #Indy500 race-winning car when it crossed the finish line, but it is on the winning car currently on display in the IMS Museum. pic.twitter.com/he5PQqr1Wx
— Marshall Pruett (@marshallpruett) May 19, 2025
La modificación a los autos Penske, evidentemente fue hecha para sacar alguna ventaja. Suavizar la unión entre piezas, derretir y unir y de esa forma tener un flujo de aire más limpio y por consiguiente, tal vez, una pequeña ventaja en velocidad.
“Si, por ejemplo en las vueltas finales de la carrera, bajas un poco el ala trasera tienes menos drag, menos downforce, pero más velocidad que te regresa downforce, y con esa velocidad extra acabas con la competencia”, dijo a ESPN el ingeniero Gustavo del Campo, quien fue trabajó en el equipo de Indycar de Adrián Fernández y fue consultado sobre los posibles beneficios de una modificación como la hecha por Penske.
Es muy poco probable que Roger Penske sepa lo han hecho los que manejan su equipo, es más lo descarto, pero hay algo muy torcido en esto cuando los $200 mil dólares de multa a los autos Penske salen de un bolsillo de la organización y los recibe, otra ‘mano’ de Penske en su forma de promotor de la serie y se los guarda en el otro bolsillo. Aquí lo de menos es la multa, por más que digan que será usada en obras de caridad.
Luego de saber todo esto, ves una vez más el rebase de Newgarde a O’Ward en la curva 3 de la última vuelta de las 500 Millas de Indianapolis de 2024 y no puedes dejar de pensar que el auto Penske parecía de otra categoría, de otro planeta. Hizo una recuperación imposible, cuando Pato había jugado con el manual para poder recibir la bandera de cuadros.
¿Le robaron a Pato O’Ward el triunfo en la Indy 500 de 2024? Tal vez nunca tengamos la respuesta.