El mejor día de Chávez ya quedó en el pasado, pero este enfrentamiento representa un gran avance en la competencia para Paul.
Tras fracasar en su intento de conseguir megacombates con Canelo Álvarez y Gervonta 'Tank' Davis (exhibición), Jake Paul ha decidido enfrentarse a un excampeón mundial cuando suba al ring con Julio César Chávez Jr. el 28 de junio en el Honda Center de Anaheim, California.
Tras un combate de boxeo que batió récords, en el que Paul derrotó por decisión unánime al excampeón de peso pesado Mike Tyson, de 58 años, el youtuber convertido en boxeador profesional buscó a Canelo, uno de los nombres más importantes de este deporte.
En su lugar, tendrá que conformarse con una de las víctimas de Canelo. Chávez, de 39 años, es el excampeón de peso medio del CMB y ha tenido que lidiar con problemas personales en los últimos años, entre ellos la inactividad, problemas para dar el peso y un control antidopaje positivo.
"Acabo de derrotar al hombre más malo del planeta y ahora me voy a enfrentar a un excampeón al que el estafador de Canelo no pudo acabar", declaró Paul el viernes a ESPN.
Aunque Chávez tiene un récord de 8-6 desde 2012, sigue teniendo el valor de su nombre como hijo de la leyenda del boxeo Julio César Chávez y supone un paso adelante en la competición para Paul, dado su pedigrí boxístico.
Algunos se quejarán de que Paul se enfrente a otro excampeón que ya ha pasado su mejor momento. Sin embargo, este es un paso lógico en la carrera boxística de Paul, que se convirtió en profesional en 2020 con solo un combate amateur. Mientras la gente se queda con el nombre y las payasadas de Paul, la realidad es que no tiene la experiencia de sus contemporáneos y, si hubiera seguido el camino habitual de los boxeadores jóvenes, se enfrentaría a rivales aún más modestos en esta etapa de su carrera.
La popularidad de Paul ha sido el yin y el yang de su carrera boxística, y lo somete al escrutinio público cada vez que anuncia un combate. Las expectativas de que se enfrente a un "boxeador de verdad" suelen ser ilógicas, teniendo en cuenta que el término "boxeador de verdad" se refiere en realidad a un peleador experimentado que le derrotaría.
Así no funciona el boxeo.
Los rivales de Paul tienen que encontrar un delicado equilibrio entre un nombre de prestigio que venda entradas y un atractivo más amplio, y un nivel de experiencia y/o capacidad actual que esté a su altura. Lo que acaba sucediendo es que Paul se enfrenta a boxeadores inexpertos que carecen de habilidad o a boxeadores en declive con una capacidad deteriorada. Chávez entra sin duda en esta última categoría. Sin embargo, el poder de Chávez ha sido innegable, incluso cuando su dedicación al entrenamiento ha sido, en el mejor de los casos, cuestionable. A pesar de acercarse a los 40 años, Chávez todavía puede pelear, tiene una mandíbula sólida y un gancho de izquierda demoledor. Si se dedica a entrenar a fondo en lugar de cobrar un cheque, el mexicano podría ser un rival formidable que presente una sensación constante de peligro y una defensa lo suficientemente buena como para evitar que Paul conecte el gancho de derecha que ha noqueado a muchos de sus rivales anteriores.
Por el bien de Paul, más le vale que Chávez se presente motivado en el ring el 28 de junio y le plante cara. Puede que no acalle a todos los detractores, pero le ayudará a crecer como boxeador. Si no es así, y Chávez aparece visiblemente fuera de forma, las críticas lloverán merecidamente desde todos los ángulos.